Gregorio Badeni en un homenaje a Juan Bautista Alberdi, -inspirador de
nuestro texto constitucional de 1853-, recordó algunas palabras de este brillante
pensador, en su Disertación en el acto evocativo del Bicentenario del
nacimiento de Alberdi, en el Salón de Lectura “Arturo Illia” del Palacio del
Congreso de la Nación, organizado por el Instituto Federal de Estudios Parlamentarios,
de la Secretaría Parlamentaria del H. Senado de la Nación, el 26 de agosto de
2010.
Resaltó que Alberdi, con razón, entendía que el desenvolvimiento
de la libertad política requería incrementar la cultura cívica y
la educación cívica propias de una convivencia republicana.
Decía que “el sufragio de la
multitud, donde la multitud es incapaz de sufragar porque
ha mamado la obediencia inerte, no puede
producir otro resultado práctico
que poner el gobierno del país en manos de
los menos dignos, de los más
audaces y más hábiles para arrancarle su
voto, por coacciones y artificios
finos, que le dan aire de un sufragio
libre, pero que en realidad son votos
arrebatados por el fraude. Todo país
gobernado por la multitud ignorante
en las prácticas de la libertad, lejos de
tener a su cabeza los mejores hombres
del país, tiene infaliblemente los mayores
intrigantes y bribones”.